Para elaborar este singular lienzo de pintura con la cara del Buda se han utilizado técnicas de vanguardia, unidas a la tradición de un artesano que crea a mano cada una de las piezas.
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Un lienzo carismático
El resultado es un cuadro de 3 piezas con detalles de gran calidad y un especial cuidado por preservar el medio ambiente. Objetivo que todo amante de la filosofía oriental persigue, tanto en su vida como en detalles aparentemente superfluos como la decoración de espacios.
Cada una de las partes se ha elaborado como si fuese un cuadro individual, que se une a los otros dos en una fusión perfecta. Un conjunto de detalles que no pasará desapercibido, tanto por su gran tamaño como por la calidad del trabajo.
La pintura con el rostro de Buda es ideal para decorar paredes estrechas, ya que al colgarse en posición vertical se ajusta a la perfección a este tipo de espacios.
Medidas: 50×50 cm. Cada pieza